domingo, 20 de octubre de 2013

Un punto final pronunciado

La palabra adiós debe ser sinónimo de eternidad. Porque al decir adiós vuelcas toda la esperanza de no volver a ver a la persona que despides hacia un abismo. Es rendirse, resignación, obligar a tu mente a que olvides porque no hay otro camino mas que ese.


Sino dices adiós es porque todavía en algún recóndito espacio de tu mente crees que hay una esperanza, esperanza al cambio y a todas esos sentimentalismos que te unen en cuerpo, alma y mente a la otra persona, es decir dependencia puramente emocional.

A veces cuando la muerte se interpone es más fácil, así como también los motivos conductuales que puede realizar la otra persona (mejor si son negativos) son ideales para decir adiós.  Considero que esta palabra es tan radical que hay que ser muy valiente para decirla, especialmente cuando los sentimientos están tan arraigados en tu interior y el desprendimiento se vuelve casi imposible.

Adiós es para siempre,  es una libertad que de buenas a primeras no hubieras deseado tener que decir pero tiene que, porque no hay de otra.  Adiós a tu pasado, a tus recuerdos, a tus costumbres de los últimos días acompañados y paradójicamente esta palabra es el inicio de un nuevo comienzo sin esa persona, es acostumbrarse  a tu nueva vida. Una vida sin el/ella.


Tantas canciones ya se han escrito sobre esta palabra, felizmente que no se ha vuelto nombre ni sustantivo para denominar a nadie. Pero cabe mencionar que esta palabra es inevitable en la vida de todos porque tarde o temprano queramos o no tendremos que decírsela a alguien o no los tendrán que decir a nosotros. 

domingo, 6 de octubre de 2013

Yo te alcanzaré , tú me alcanzarás


Yo te alcanzaré tú me alcanzarás. En algún punto nos encontraremos y seremos felices mirándonos a la cara. No creeré siquiera que seas realidad pero estoy completamente segura que llegaré a la plenitud de mi vida cuando te vea frente a frente.




Lucho desde ahora para dicho día, y no es que haga mucha parafernalia con estas palabras. Como te considero una realidad en mi vida te digo, que lucho y lucharé por alcanzarte. En alguna parte del cosmos estarás esperando el momento exacto de venir a mí y seré feliz cuando eso suceda.

Te imagino con los ojos brillantes y con tus manos sudadas rozando uno de mis dedos, asi delicadamente y yo sin saber qué hacer con cada segundo transcurrido.

Sólo te digo, te espero y con muchas ansias. Dios me de salud y fuerzas para ese momento, para sentirte, para contemplarte a través de esa ventanita pequeña, para apachurrarte como mi oso de peluche preferido y para llenarte del amor que tanto alberga en mi y que ya no sé hasta cuándo guardar.

Si, a ti te dedico estas palabras, porque desde ya te amo y te espero. Mi cuenta regresiva comienza hoy y estoy segura que llegarás a mis brazos como tanto ansío.



Espiral

Yo perdí la dirección de los que saben, de los que sienten, de los que creen. Una mañana sin café ni estrés de trabajo, me di cuenta que siempre hay una falla en el pavimento de los sentimientos. Nada es plano, nada es llano, nada puede ser perfecto.



Y pensé en esas clases de dolores, de esos que uno sufre, se queja y escribe. Hoy tengo algo para contar y algo por qué sufrir. Es el agridulce que no quería pero que tal vez era necesaria.

Hoy perdí la dirección y ando como mareada. Analizando cada segundo después de esa maldita mañana, quizás no debí amanecer, o así como cuando hay algún crimen: estuve en el momento y en el lugar equivocado.

Hoy después de ayer,  hoy que no quiero acordarme de nada, hoy que menos quiero comparar. Me encuentro en silencio pero con la misma sensación que por más que grite no será suficiente.
Pierdo dirección y menos sé dónde está mi norte. Sólo sé que estoy en el centro de todo y quisiera convertir este punto en el punto de partida, en el inicio de un sueño. De mi utopía.






Bipolar

Y corro para acortar las horas, cruzo la vereda, me compro una botella de agua y  comienzo a tomar por la sed del momento.  Mientras mi mente recorre a mil por hora todo lo que queda por hacer, marcando chek en las tareas hechas, cada minuto perdido se refleja en mi rostro, puedo imaginar que voy envejeciendo.


Sin embargo sigo, ya cumplí con mi labor de mujer, de hija, de futura madre, de trabajadora social, de nieta, de enamorada y de amiga. Cuando ninguna llamada interrumpe mi momento, vuelve el conflicto para atenuar con colores grises mi día y bum! Exploto. Exploto como un maremoto luego de un sismo de 8 grados, exploto como un castillo de fuegos artificiales en medio de la noche haciendo bulla por doquier, exploto como bomba atómica en una ciudad de inocentes e ingenuos, exploto de la peor manera.

Y mi rabia comienza apoderarse de todo mi ser, impotencia de no poder haber hecho las cosas de diferente manera, o de no tomar la mejor decisión. Qué hubiera pasado si en vez de haber dicho si debería haber dicho no? Qué si no hubiera salido de mi casa y debí quedarme dormida hasta tarde? Qué si no lo hubiera llamado para hacer hora? Qué con mis antojos de medio día dominguero mientras hago hora? Cúmulo de malas decisiones o de poca empatía con el resto del mundo, el caso es que se arruinó todo.

Y como dice alguna canción, después de la tormenta llega la calma.  Mi mente se quedó en blanco para abandonarme en los brazos del más profundo y reconfortante sueño que puede haber. Sin embargo y como toda mujer no dejo de analizar cada paso del día de hoy y así haya quedado en silencio siento una desazón extraña que de alguna forma tengo que pasmar.

Odio haber arruinado mi día y el día de los demás…tal vez no todos tienen la culpa de mis problemas internos, pero tampoco tengo la culpa de no poder satisfacer a todos a la vez.

Buena semana para todos!